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Proyecciones

Espejos circulares, o rectos, o biselados… Espejos manchados de humedad, cascados, deformantes. Espejos cóncavos , convexos, difusos, claros… Espejos y más espejos que me devuelven mi imagen. Cuál imagen en cada caso? Espejos de vidrio o de carne y hueso? En qué clase de espejos me miro? Cuál elijo en cada caso? Por qué? Y para qué propósito recurro a cada uno para verme? Qué busco ver? Mi réplica? Y entonces para qué tanto individuarme?  Para qué tanto trabajo hasta hallarme diferente y única? Para llorar la soledad de mi propia individuación? Para procurar salir del aislamiento de saberme en un punto tan distinta y no soportarlo y salir a buscar pares? Espejito, espejito, devolverme mi imagen para saberme. Para saberme? Para vivir enamorándome de mi propio ser que es mi producto mejor logrado? Mi permanente re-creación? Una artesanía trabajosamente mía, tallada con el dolor de los propios desaciertos pulidos a sangre. Espejito, espejito, me miro y ...

Angustia Oral- Qué como cuando como?

Oralidad   Necesito comer. Comer. Comer. Y engordo. Mucho más. Y sigo comiendo, y engordo y sigo necesitando comer. Comer: por hambre? Hambre de qué? Qué necesito destruir? De qué me quiero apropiar? Qué nutrientes me siguen haciendo falta que como y como y no sacio el hambre? Destruir algo para apropiarme de su esencia. Será comida lo que verdaderamente necesita mi  Ser? Qué tipo de nutrientes busca? Qué necesita destruir en el entorno? De qué necesita apropiarse? De qué quiere apoderarse? De una milanesa o de algo en el entorno? Poder apropiarse de algo del entorno que no sabe qué es y come y come hasta alcanzarlo, pero como sigue sin saber qué es, sólo sabe que necesita algo y lo busca siempre en los mismos lugares…. La heladera? Y sigue, y sigue abriendo la heladera que está fría pero es el lugar conocido. Y si abro la puerta? No, da miedo. Vuelvo al televisor y a la heladera. Conocidos. Seguros. Sí, seguro que no me satisfacen.  Y sigo poniendo la mism...

Sobre psicópatas, Círculos de Poder y Dominaciones de la Supuesta Raza Superior Humana (humana?)

Es mentira que el Hombre es el ser más inteligente en virtud de haber podido modificar la naturaleza y domesticarla a su antojo. Antojo narcisista y egoísta que nunca tuvo en cuenta otras necesidades más que las propias. Y en virtud a ello no sintió ninguna culpa cuando arrasó, mató, destruyó, extinguió, podó, transgenizó, modificó, desmineralizó, contaminó, tinelizó, desnaturalizó... (etc, etc, etc).  Quien dominó la Naturaleza no fue el Hombre, sino el ínfimo porcentaje de psicópatas que gobiernan nuestro planeta en todas y cada una de sus esferas. Infimos pero suficientes para estar instalados en los puestos adecuados.  Psicópatas instalados en el poder, con poder conferido, votados, ubicados, apoltronados, empoderados.  Y ya sabemos que en las relaciones en las que se juega el poder, no se juega el amor, que es contemplativo y empático; y horizontal con verticalidades eventuales, pero no impositivas, sino organizativas.  Y el resto de los...

El Ego y sus máscaras

Nacemos indiferenciados. En una especie de maroma simbiótico entre nosotros y el medio. Indiferenciados. Lenta y paulatinamente nuestra madre va poniéndole nombres a las cosas. Incluso a nosotros. Se va armando paulatinamente (el proceso es largo, no me detengo ni en eso ni en tecnicismos), en virtud a esa separatividad necesaria y operativa, la idea de unicidad, o sea el Ego o el Yo, en oposición a eso otro externo que es el Tú y lo otro. Entramos en la binariedad de la encarnación (lo dual naciendo a partir de esta partición Yo-Tú, bueno, malo, dios-diablo, etc, etc.) . Y empezamos a cargar a nuestro yo  cada vez con más significantes que van lo van definiendo . Soy esto, aquello y lo otro (en oposición a lo que no me define, o sea, a lo que siento que no soy). Y se va fortaleciendo sanamente nuestro Ego. Hasta acá, un proceso sano. Si somos rígidos, sonamos. No podemos llegar a entender que eso que nos define también nos limita a seguir creciendo ...

Qué quiere una mujer?

Querida hermana mujer: Para vos que sos mi espejo, eterna navegante de esta maravillosa travesía hormonal que nos tocó vivir, sujeta como yo a las mareas cambiantes de nuestras emociones, habitante de la luna con sus cambiantes caras, misteriosa fuente de inspiración de la vida que se recrea en nuestro cuerpo. Para vos, que palpitás al ritmo de tu corazón, que estás insatisfecha y vacía cuando no es el amor lo que te mueve, y te sentís plena y radiante cuando podés dar de vos y te reciben. Para vos que llenás la mesa de platos maravillosos que no sólo nutren el cuerpo. Que nutrís estando solamente, y brindándote entera, y encontrando tiempo extra para incluso sacar más conejos de la galera y dividirte en múltiples partes. Para vos que no solo sos madre, sino amiga fiel, fiel compañera de tu hombre, que sabés escuchar a todos con infinita paciencia, que tenés la receta mágica para aliviar cada situación que te plantean, que sabés sacar pinturas de...

Los duelos duelen...

Una visión transpersonal y colectiva sobre los duelos Hace poco, hablando con un amigo, debatíamos sobre las verdades absolutas y las relativas. Y él me decía que según su enfoque, las verdades absolutas son las que resisten a cambiar aunque se alteren los ejes temporo-espaciales. O sea, aquellas que siguen siéndolo hoy, ayer y mañana, y acá o en la China. Y obviamente que también resisten lo estrictamente individual y son colectivamente verificables. Arquetípicas diría yo. Y qué más universal que el dolor por una pérdida? Perder algo o perder a alguien dolió siempre. En la prehistoria, en la Edad Media, ahora, y en el futuro. Acá, en Asia, en Europa y en Oceanía. A mí, a vos, a él, a ella y hasta al perro. A todos nos duelen las pérdidas. Por eso lo de la visión transpersonal, porque es una vivencia absolutamente individual, pero absolutamente arquetípica y por tanto, universal y colectiva. Pero no necesariamente aplica acá eso de “Mal de muchos, consuelo de tontos.”...

El camino de la Individuación- Saber para saberse

El arte es catártico en cualquiera de sus manifestaciones. Tanto sea dejando que la mano se exprese a través de la pluma, del pincel, o que el cuerpo hable danzando... o creando, que es una forma de re-crearse.  Re-crearse es un acto maravilloso que implica dejar que los contenidos que moran en nuestro interior cobren forma y se expresen. De esa manera, proyectándose nuestro inconsciente sobre el lienzo, sobre el papel, o en un escenario, podemos en un movimiento de retroalimentación, aprehendernos, conocernos, entender el símbolo que mora en la obra creada y entendernos más al acceder a la decodificación de esos símbolos.  Ya de por sí el sólo hecho de lograr la proyección de los contenidos internos es redentor. Cuánto más si logramos convertirnos en semiólogos para tratar de decodificar el mensaje de esos personajes que moran en nuestro interior y poder entender sus necesidades, aprendiendo a decodificar su lenguaje.   Y desde ya, esto no oc...