Cartas. Cartas y más cartas. Cuántas cartas habré analizado en mi vida? Cartas de amor, cartas de solicitud de empleo, cartas de amigos, cartas de perdón, cartas pidiendo reconciliación. Y un par de cartas suicidas. Debo admitir que nunca tuve una directamente en las manos. Me tocó analizarlas, pero en “laboratorio”, mientras estudiaba. Venían en una bolsita que las preservaba. El cuerpo de la carta preservado en una bolsita. Prolongando ad eternum ese último pedido, desde el dolor, explicando un por qué que volviera más entendible el acto. Ese último acto. Hoy quiero leer otro tipo de carta suicida. Y es que hoy alguien se mató arrojándose a las vías de un tren. Alguien más. Uno más entre tantos. Y el cuerpo que quedó encerrado en una bolsita no era el cuerpo de un escrito. Y la tinta con que fue escrito ese grito de dolor no era azul. Siempre evaluamos al analizar un escrito, la circunstancia que estaba atravesando su autor, entre otras co
Un intento de bitácora, con pinceladas de Psicología, Grafología, Astrología. Con artículos, poemas, cuentos, reflexiones, notas, programas y entrevistas radiales, y un gran etcétera. Un reflejo de mi propio eclecticismo, de mi devenir, mi pensar y mi sentir, en interjuego dialéctico con ustedes.